GUINNESS:
El
néctar de los dioses célticos:
Una clásica del vocabulario cervecero, conocida por
todos y disfrutada por una mayoría. La cerveza Guinnes debe su origen a Arthur Guinness, cervecero fundador de la empresa denominada S. James's Gate Brewery
ubicada en la ciudad de Dublín,
Irlanda,
el 31 de Diciembre de 1759. En tan sólo
diez años ya empezó a exportar barriles a Inglaterra. En pocos años crearía
también otra fábrica en Londres (cerrada en 2005)
La fábrica de Dublín es una auténtica ciudad
dedicada a la cerveza, ocupando un espacio urbano impresionante dentro de
Dublín. Su museo, denominado “Guinness Storehouse”, es de visita obligada si se
tiene intención de ir de turismo por la capital irlandesa, pues te guste o no
su cerveza es un lugar espectacular, donde te enseñan la fabricación de esta
cerveza y su historia, además de ver el impresionante despliegue de elementos
publicitarios ligados a este producto durante toda su historia. Se concluye la
visita en su asombroso mirador giratorio, el “Gravity Bar”, donde se disfruta
de las mejores vistas de la capital irlandesa mientras se bebe una pinta.
Pero vayamos al grano… La Guinness es una cerveza
tipo Ale, concretamente una Stout, que como dijimos en la introducción del blog
son cervezas muy cremosas. Se
compone de: agua ,
cebada,
malta,
lúpulo
y levadura
de cervecero. Se menciona que en su elaboración se emplea el agua procedente de
las Wicklow Mountains. La cebada malteada se tuesta
ligeramente para otorgarle a la cerveza Guinness su distintivo color rubí
oscuro y su sabor característico. Es pasteurizada
y filtrada.
La cerveza comercializada en barriles (Draught beer) contiene ciertas cantidades de nitrógeno (N2) así como dióxido de carbono. El nitrógeno es mucho menos soluble que el dióxido de carbono (CO2), lo que permite a la cerveza almacenarse en estos recipientes sin que se convierta en una bebida carbonatada. La alta presión del gas disuelto, permite que se formen pequeñas burbujas y al servirse se genere su espuma y característica. La cremosidad de la Guinness de barril es debido en parte a su pequeña cantidad de dióxido de carbono y de esta forma se generan pequeñas burbujas debido al uso de gas de nitrógeno a alta presión.
La cerveza Guinness tiene como características principales su color negro rubí, su espuma cremosa blanca marfil y su aroma a café torrefacto. Combina muy bien por su sabor intenso y a la vez suave como el de las nueces amargas. Su paso de boca es limpio, rápido de una cerveza seca y cuerpo ligero, dejando al final un sabor suave y amargo muy agradable.
Tradicionalmente se la conoce como uno de los mejores acompañamientos para el marisco, especialmente las ostras. Además, es la cerveza que mejor acompaña al chocolate amargo y a postres. Se puede conseguir maridaje por contraste acompañando el queso fresco tipo Burgos. Pero está estupenda para saborearla sin comida de por medio. En coctelería este tipo de cervezas da mucho juego, siento todo un clásico el “ángel negro”, en el que se acompaña con licor y Red Bull.
Además
es una bebida que solo tiene 198 calorías en una pinta, así que no os
preocupéis que no engorda, algo que siempre hemos defendido los cerveceros, ya sabéis…
la cerveza no engorda, engorda lo que comes con ella.
Nombre:
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Guinness
Draught
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País
de Origen:
|
Republica
de Irlanda
|
Tipo
de cerveza:
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Ale
- Stout
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Color:
|
Negro
|
Graduación:
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4,2
%
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Aromas:
|
Un
poco a café.
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Sabor:
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Intenso
y amargo.
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Temperatura
de servir:
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6º
C
|
Gastronomía:
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Especial
con dulces.
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Precio:
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1.99
€ *
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Nota
(0 a 10):
|
8.5
**
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* Precio de compra de la botella, puede variar según el comercio.
** Es una evaluación personal.
Que disfrutéis
de vuestra Guinness y prepararos para la siguiente cerveza.